domingo, 3 de octubre de 2010

30 DE SEPTIEMBRE DEL 2010

Los acontecimientos del 30 de septiembre del presente año en el Ecuador, nos dejan grandes e importantes lecciones a la clase obrera y a los pueblos, a los comunistas y revolucionarios. Lenin solía decir, con mucha certeza, que en momentos agudos de la lucha de clases, en un corto periodo de tiempo se comprimen grandes contradicciones y se pone en evidencia el accionar claro y frontal de las distintas clases sociales, partidos políticos y de las mismas masas. En pocas palabras, en un día de lucha se aprende más que en cien años de discursos. Eso fue precisamente lo que ocurrió, y por eso la práctica social nos deja las siguientes lecciones históricas:

EL PAPEL DE LAS SÚPER-POTENCIAS IMPERIALISTAS.-
Nuestro país jamás ha gozado de plena independencia y soberanía. Éstas no han sido más que en términos formales ante la comunidad internacional. Hasta el 2006, los gobiernos habían entregado el país a EEUU que para ese entonces era la única súper-potencia imperialista que se disputaba el mundo con otras potencias imperialistas (países capitalistas de menor jerarquía). A partir del ascenso de Rafael Correa a la presidencia y la instauración del gobierno de Alianza País, comienza un reacomodo de fuerzas a nivel nacional e internacional. Poco a poco Correa se va separando de la influencia norteamericana (FMI, salió la Base de Manta, entre otros). A reglón seguido va cediendo los recursos naturales y los mercados a China a cambio de créditos y tecnología. Desde el 2007 hasta la actualidad, China ha entregado cerca de 4000 millones de dólares al Ecuador a cambio de la venta anticipada de petróleo y concesiones en la obra pública como por ejemplo el proyecto Coca Codo Sinclair. China se ha convertido, al iniciar la segunda década del siglo XXI, de una potencia imperialista a una súper-potencia imperialista, es decir ya es parte del primer mundo y disputa abiertamente con los EEUU las materias primas, la mano de obra barata y los mercados de los países del Tercer Mundo. EEUU no está dispuesto a perder su influencia en Ecuador, por eso vino Hillary Clinton hace unos meses en medio de una “misión diplomática” de alto nivel para conversar con Correa. Para reforzar esta posición los lacayos de EEUU en Ecuador, como Fausto Cobo, César Montufar, Andrés Páez y otros representantes de la derecha viajaron a mediados de septiembre a “quejarse” a ese país y pedir que intervengan en la política ecuatoriana. Del otro lado, los lacayos Correa, Moreno, Cordero y Patiño se arrodillan frente a China en la búsqueda desesperada de créditos renunciando inclusive a la soberanía nacional que ellos tanto invocan. Por ejemplo, en la firma del préstamo del 1 de septiembre por 1000 millones de dólares, existe una cláusula que contempla que en caso de controversias, el litigio se resolverá en las cortes de Pekín, es decir totalmente a favor de China. Como se puede apreciar, detrás del gobierno está la mano de China y detrás de la sublevación de la policía, la mano de los EEUU.
Días antes, gobierno y oposición se movían buscando apoyo en las súper-potencias imperialistas. EEUU únicamente retrocede y condena la sublevación policial pasado el medio día, cuando ya la sublevación estaba siendo controlada y Correa recibía el apoyo de los gobiernos burgueses de América Latina. Es decir, a EEUU no le quedó más remedio que condenar los acontecimientos. De su lado, China sale fortalecida y continuará saqueando nuestros recursos naturales y copando el mercado interno ecuatoriano con productos provenientes de dicho país.

LAS DISPUTAS INTER-BURGUESAS EN ECUADOR.-
El gobierno de Correa representa a la burguesía burocrática, es decir a aquellos empresarios que se enriquecen valiéndose de los contratos y presupuestos estatales. Todo el proyecto de Alianza País (incluidas las Leyes que están aprobando ya sea en la Asamblea o por medio del Ministerio de la Ley) busca reforzar las posiciones de esta facción de la gran burguesía en el control del Estado, los recursos naturales del país y la explotación del trabajo asalariado. La otra facción de la gran burguesía, es la burguesía compradora, es decir, aquellos empresarios que poseen grandes capitales y se dedican a la importación y exportación, a las finanzas y al comercio interno. Esta facción se encuentra desde el 2006 fuera del gobierno central y perdieron notoriamente su influencia en la conducción del Estado. Por eso levantan la oposición a Correa. Tanto la burguesía burocrática (Alianza País) encabezada por Correa, Moreno, Cordero y Patiño, como la burguesía compradora (PSC, PRIAN, PSP, UDC, ID) encabezada por Lucio, Nebot y Noboa están disputándose con todos los recursos que tienen a su alcance, la conducción del viejo Estado y subsecuentemente la política internacional del Ecuador y la obtención de riquezas. Pongamos unos cuantos ejemplos: a nivel de los medios de comunicación ¿quién puede negar que detrás de GAMATV está la burguesía burocrática y detrás de TELEAMAZONAS está la burguesía compradora? ¿Quién puede negar que los periódicos “El Ciudadano”, “PP”, “El Telégrafo” sirven desenfrenadamente al proyecto de Alianza País, mientras “El Comercio”, “El Hoy”, “El Universo”, “La Hora” y otros sirven a Lucio, Nebot y Noboa? A nivel de los gremios: vemos como la FEUE de Quito, la de Cuenca e Ibarra sirven a Correa, incluso en el caso de la Universidad Central, el rector fue con casi todo el consejo universitario a dar su respaldo total e incondicional al gobierno; mientras que la FEUE de Guayaquil y Riobamba (ambas dirigidas por el PSC-Madera de Guerrero, aliadas al MPD) fueron a apoyar entusiastamente a la policía.

Es decir, detrás de la sublevación de la Policía, están las pugnas inter-burguesas en Ecuador, la disputa entre Correa, Moreno, Cordero y Patiño por un lado y Lucio-Nebot-Noboa por el otro, todos ellos como máximos representantes de las distintas facciones de la gran burguesía en el país.

LA INSTITUCIONALIDAD BURGUESA NO PUEDE RECOMPONERSE PLENAMENTE.-
La institucionalidad del viejo Estado burgués terrateniente ecuatoriano hasta antes del 2007 estaba totalmente resquebrajada. Las masas no confiaban en el Estado, la fuerza pública estaba dividida y distintos sectores de la burocracia jalaban cada cual para su lado. Cuando es electo Correa, comienza a aplicar uno de los máximos postulados de su programa de gobierno: reforzar la institucionalidad del Estado poniendo énfasis en las FFAA y la Policía. Pese a todo el proyecto reformista y corporativista del gobierno, la institucionalidad del viejo Estado no ha podido soldar por completo sus fisuras. Existen grandes grietas, producto de las contradicciones inter-burguesas por un lado, y de las contradicciones entre la gran burguesía y los pueblos del otro lado. Fue un bloque grande de la Policía el que se sublevó, mientras que el Ejército en su mayoría respaldó al gobierno. A nivel de la burocracia en algunos lugares, un sector de empleados públicos apoyó a la policía y el otro al gobierno. Todas estas fisuras en el viejo Estado ponen de manifiesto como la sociedad semi-feudal y semi-colonial ecuatoriana no podrá resolver sus contradicciones por medio de las reformas, las elecciones ni de las constituyentes. Después de la derrota de la burguesía compradora, la burguesía burocrática está envalentonada y buscará vengarse de los sublevados, aplicar juicios, sumarios administrativos, despidos, etc. De su parte, la policía quedó con mucho resentimiento convirtiéndose en un polvorín. El gobierno busca tener de su parte a la fuerza pública para reprimir a las masas cuando éstas salgan a luchar, para el efecto no le importa dar más prebendas y contratos estatales, sobre todo a mandos altos y medios, como lo hizo con los militares para garantizar su respaldo incondicional. La institucionalidad burguesa no puede recomponerse plenamente y es un deber de los revolucionarios trabajar para que el viejo Estado burgués terrateniente no se legitime ante los ojos de las masas.

EL ROL QUE CUMPLIÓ EL REVISIONISMO.-
Queda claro que detrás de la sublevación de la policía se escondían los intereses tanto de la burguesía compradora (promoviendo la sublevación) como de la burguesía burocrática (tratando de derrotar la sublevación). Es decir fue una pugna en las “alturas”, en la cual el pueblo no tenía nada que hacer pues fue una disputa entre dos grandes esclavistas por la repartición de los esclavos. Sin embargo de esto, el revisionismo en el Ecuador, cumplió nefastos papeles, identificándose claramente dos bloques. Por un lado, el viejo partido comunista y los “socialistas frente amplio” sirvieron de fuerza de choque de Alianza País y llevaron a un sector confundido de las masas a servir de plataforma al gobierno de la burguesía burocrática que se venía a pique. Estos dos partidos de seudo-izquierda tienen un negro historial de traición al movimiento obrero y popular; desde hace décadas sus máximos dirigentes pululan en las instituciones del viejo Estado burgués terrateniente buscando una tajada para ellos y sus familias; solo por citar un ejemplo: Pedro Saad, quien era primer secretario del viejo partido comunista fue miembro titular de la Junta Consultiva de Relaciones Exteriores en la dictadura de Rodríguez Lara. Ahora su secretario general, el viejo podrido Gustavo Iturralde, anda lucrando en el gobierno de Correa.

Por otro lado, están el MPD-pcml y la cúpula de Pachakutic. Los primeros se pusieron a disposición de la Policía Nacional, dando el apoyo desde los gremios que dirigen y llevando a su militancia a “combatir” junto a elementos de la policía en un espectáculo grotesco. En su desesperación revisionista, hacen unas cuantas acciones como tomarse por 10 minutos la gobernación de Cotopaxi siendo desalojados por la misma policía a la cual brindaron su apoyo. Van a ofrecer su apoyo a la policía de Guayaquil y ésta los rechaza. En Quito llevan a unos cuantos estudiantes secundarios confundidos a apoyar a la policía. Su propuesta fue llamar a “muerte cruzada” y convocar a elecciones generales lo más rápido posible. Como siempre, no dan un paso sin calcular que pueden sacar electoralmente, es decir puro revisionismo, puro cretinismo parlamentario. Cuando era el 2006 apoyaron fervientemente a Correa supuestamente para que no llegue el “fascismo” con Noboa. Luego se enfrentan a Correa sirviendo a Lucio.

Cuando apoyaban a Lucio en el 2003-2004 decían que era para “combatir” a Noboa, luego estuvieron en la caída de Lucio sirviendo a León Febres-Cordero, Nebot y Borja. Es decir, en los últimos años van demostrando su quiebre hacia el revisionismo cada vez de manera más descarada. Su política se puede resumir en: “bailan al son que les ponen”. Últimamente el pcml ha hecho un llamado a luchar y combatir en defensa de la Constitución 2008. Como puede ser posible que un partido comunista (que supuestamente mantiene un discurso incendiario, que habla de la insurrección) llame a sus bases y a las masas a defender un elemento que es parte medular de la legislación burguesa y que sirve de soporte a las FFAA y la Policía junto a la burocracia. Definitivamente dejaron hace ya mucho tiempo atrás de representar una vanguardia para el proletariado y el pueblo del Ecuador. En el caso de la cúpula de Pachakutic, llaman a que Correa “renuncie” y se conforme un “gobierno de resistencia nacional”. Que ilusos y como confunden a un sector de las masas. Creyendo ingenuamente que Correa (que es un aprendiz de fascista) va a renunciar así nomás y que se puede conformar un gobierno (al margen del orden constitucional burgués) sin tener un pueblo en armas. La cúpula de Pachakutic solo expresa su terrible oportunismo, pues en el fondo comparten el criterio del MPD, el camino parlamentarista.

En síntesis, el revisionismo en el Ecuador sirvió a una u otra facción burguesa: el eje viejo partido comunista-“socialistas” fueron alfombra de la burguesía burocrática mientras que el MPD-Pachakutic estuvieron con la burguesía compradora (PSC, PRIAN, PSP, UDC, ID).
EL PUEBLO ESTUVO EXPECTANTE.-La propaganda del gobierno, busca ficticiamente crear la imagen de que el pueblo salió a respaldar a Correa, lo cual no es real, no en la magnitud que ellos plantean. La gente que fue a la Plaza Grande, que estuvo en las marchas convocadas por las gobernaciones, no eran en su mayoría provenientes de las masas trabajadoras. Básicamente marcharon los funcionarios públicos y sus familias, muchos de ellos con el miedo de que si Correa “caía” se quedaban sin trabajo. Del cien por ciento de los que salieron a respaldar al gobierno, el 80% eran funcionarios y un 20% personas confundidas como algunos estudiantes de la Universidad Central, gente que coge el bono, uno que otro comité de defensa de la “revolución ciudadana”, entre otros. Cosa muy similar ocurrió en las capitales provinciales. Del otro lado, desde quienes apoyaron la sublevación de la policía, básicamente estuvieron militancias partidistas de los social-cristianos, de sociedad patriótica, del MPD…

La gran mayoría del pueblo, de los trabajadores, de quienes viven en el suburbio, de quienes laboran en el campo, de quienes viven en la miseria, no salió a apoyar ni a un sector ni a otro. Gran parte del pueblo estuvo a la expectativa. Un sector importante puede seguir apoyando al gobierno pero no están dispuestos a movilizarse y menos a dejarse matar por un proyecto que se van dando cuenta no es realmente revolucionario ni socialista. Para el gobierno es fácil montar todo un show mediático: con unos cientos de funcionarios públicos, unas cuantas llamadas celulares y correos electrónicos, más el canal del Estado y el resultado es querer hacer ver como que hubiese tenido un gran apoyo de las masas en todo el país.

Aunque las masas trabajadoras no tienen mucho acceso a la información y a la organización sindical, la crisis del país es evidente y pueden darse cuenta. Ponemos solo unos cuantos datos. El salario básico es de $ 240 mientras que la canasta básica es de $ 550, es decir no alcanza ni para la mitad. Si el gobierno realmente representara al pueblo, debería subir el salario básico unificado a 550 dólares. La población desempleada es del 9% (600.000 personas aproximadamente); el subempleo es del 52% (3´200.000 personas aproximadamente). El analfabetismo es del 9%. Las 2/3 partes de los más pobres viven en el campo. La pobreza se ubica en el 38,28% y la extrema pobreza en el 12,86%. Como vemos, en el Ecuador, la desigualdad social y la injusticia están más vigentes que nunca.

Un sector del pueblo de Guayaquil hizo lo que tenían que haber hecho las masas a nivel nacional en crisis como estas: recuperar comida y electrodomésticos en los grandes centros comerciales.

EL MAOÍSMO SE ABRE CAMINO ENTRE EL MOVIMIENTO SINDICAL Y POPULAR.-
Mientras los poderosos se pelean en las “alturas”, el revisionismo llevó a un sector de las masas detrás de una u otra facción burguesa. Sin embargo de esto, comienza ya a existir en el Ecuador, una franja democrática y de izquierda que ya no se moviliza sirviendo a uno u otro grupo de poder, sino que trata de luchar con independencia de clase. Estos sectores de masas, pequeños todavía pero importantes, van reconociendo en el Maoísmo una guía para la acción. En varios sectores estudiantiles y del pueblo (en algunas localidades), las masas ya no fueron ni detrás de los de Alianza País ni detrás de Lucio, Nebot y Noboa. Esto es muy importante y va abriendo un nuevo camino. Lenin no enseña que, una acción revolucionaria acertada, por pequeña que sea, es la que va marcando el camino y la guía para la lucha. Adecuadamente, el PCE (MLM) no tomó partido por ninguna de las facciones burguesas que estaban disputando el poder ni por ninguna de las dos súper-potencias imperialistas; llamando a las pueblos a no dejarse utilizar y más bien seguir la lucha por el alza de salarios, por la entrega de tierras, contra las Leyes Corporativistas de Correa, contra el endeudamiento con China, entre otras banderas de lucha. Es decir, que el pueblo luche con su propio pliego de peticiones, deslindando con los dos grupos que se enfrentaban y sin mezclarse con la policía.

ES URGENTE RECONSTRUIR LA VANGUARDIA DE LA CLASE OBRERA.-
Después de las traiciones y quiebre hacia el revisionismo, tanto del viejo partido comunista a partir de 1944, como del pcml desde 1978, la clase obrera y los pueblos del Ecuador, prácticamente se han quedado sin vanguardia. Por eso han sido y son derrotados constantemente. Por eso el imperialismo y las transnacionales saquean nuestros recursos naturales sin mayor obstáculo que una que otra huelga regateada de los revisionistas; por eso persiste una brutal explotación del trabajo asalariado pagando a los obreros 1,50 dólares la hora; por eso existen terratenientes que tienen 600 hectáreas mientras la mayoría de campesinos solo tienen 2 o 3 hectáreas por familia. La “culpa” de los males del pueblo no es de la gran burguesía y el imperialismo, pues al fin y al cabo, ellos hacen lo que todo opresor debe hacer: explotar y reprimir a los trabajadores. Los verdaderos culpables de esta situación son los revisionistas por traidores y oportunistas, pues mientras hablan de la revolución, coquetean con el reformismo, concilian con la burguesía, se enquistan en puestos del viejo Estado, difunden sus torcidas teorías y dividen y dispersan la lucha de los pueblos.

Sin una auténtica vanguardia de la clase obrera, jamás el pueblo llegará al poder. A lo mucho podrá luchar por unas cuantas reformas económicas pasajeras.

En el movimiento sindical y popular ecuatoriano y en los partidos de la izquierda revisionista existen graves desviaciones, no por culpa de las bases ni de las masas, sino por las dirigencias oportunistas. Han acostumbrado al pueblo a luchar por dádivas y contentarse. Lo han acostumbrado a ir a las urnas cada cierto tiempo y elegir entre “el mal menor”. Lo ha acostumbrado a la lucha economicista y al gremialismo. Es decir lo están acostumbrando a contentarse con la esclavitud asalariada.
Por todo esto, no habrá revolución en el Ecuador, mientras no se reconstruya la vanguardia de la clase obrera.

La conciencia de clase, los principios revolucionarios deben ser “inyectados” desde afuera al movimiento de masas. Ese papel lo cumple el Partido Comunista de nuevo tipo, para agrupar, politizar y dirigir a las masas en el combate.

Ese partido existe. Se empieza a reconstruir, retomando el camino del marxismo-leninismo-maoísmo, retomando el camino de Milton Reyes, Rosita Paredes, Miguel Pozo, Jorge Tinoco. Recoge el acumulado del PCE entre los años 1931-1944 y del PCMLE entre los años 1964-1977. Es necesario acelerar el paso, pues mientras las condiciones objetivas van madurando, las condiciones subjetivas se encuentran muy debilitadas. La reconstrucción del Partido Comunista del Ecuador es una altísima tarea en la cual todos los comunistas y revolucionarios honestos debemos agruparnos y comenzar a organizar al pueblo en la lucha por la Revolución de Nueva Democracia.

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